Por: Benito Barragán Rangel - CONTPAQI
¿Qué estamos enviando y a quién le sirve?...
Todos estamos preocupados por la presentación de nuestros primeros informes sobre nuestra contabilidad electrónica pero, ¿realmente sabemos qué es lo que estamos enviando?
Una vez que estemos conscientes esto también estaremos conscientes lo que la autoridad fiscal puede hacer con esta información.
Los dos “informes” o “XML” que estaremos enviando mensualmente al SAT son:
- Catálogo de cuentas
- Balanza de comprobación
A estos dos archivos se les denomina “Resumen de Contabilidad”.
Además, también deberemos tener a disposición del SAT la “Contabildad detallada”, ya que el SAT puede requerirla en cualquier momento. La contabilidad detallada está conformada por tres “informes” o “XML”, los cuales son:
- Pólizas a detalle (con el folio fiscal).
- Relación de folios fiscales.
- Auxiliar de cuentas.
Lo importante del “resumen de contabilidad” es tomar en cuenta que estos archivos que se le envían al SAT son información FINANCIERA, y contiene cierta información fiscal (solicitada en las cuentas de orden), y que con esta información la autoridad decidirá si somos “candidatos” a una revisión más a detalle, es decir, si debemos enviar la contabilidad detallada ( cualquiera de los 3 informes).
Bajo este esquema a nadie le va a interesar tener muy de cerca a la autoridad fiscal (el juez y el doctor, mientras más lejos, mejor) y por eso, lo mejor será enviar en “forma adecuada” el resumen de la contabilidad.
¿Pero, qué significa esto?
- Se deben enviar a tiempo los informes mensuales (cumpliendo con los formatos y estándares que la autoridad nos impone).
- La información contable que se enviará al SAT tenga “razonabilidad”.
Como comentábamos, los informes mensuales sirven para hacer un primer y muy rápido análisis, con lo cual la autoridad podrá conocer la situación de la empresa; ahora, es lógico que si la información plasmada en los informes mensuales está o se detecta como “no razonable”, “incongruente” o simplemente, como decimos los contadores, no cuadra, estaremos dando la pauta a la autoridad para que nos solicite mayor información y entonces corremos el riesgo de entrar a una auditoría digital.
La cuesión es… ¿cómo podemos evitar caer en una auditoría digital? La respuesta es muy sencilla: Hay que tener información estadísticamente correcta, y con esto no me refiero a alterar la información, (no lo recomendaría, y menos en un documento público y por escrito), pero entonces ¿qué es información “estadísticamente correcta”?
Sencillo… sigamos o apeguémosnos a las NIF (Normas de Información Financiera), es decir, respetemos la normatividad de las mismas, si no lo hacemos, por lógica, nuestra información no será consistente ni relevante y por consiguiente no será “estadísticamente correcta” o apropiada para conocer nuestra información finaciera y de esa manera estaremos dando pie a que el SAT se acerque más a nosotros, cosa que nadie queremos.
Y aquí es donde reside el principal cambio de paradigma que debemos tener con respecto a nuestra información contable: Que el contador y el empresario le den la importancia que DEBEN a la información financiera, si no lo hacemos nosotros, les aseguro que el SAT, con su esquema estandarizado, lo podrá hacer, es decir, el SAT conocerá mejor que nosotros mismos el estado de nuestro negocio y, como un socio más de nuestra empresa, podrá exigirnos cuentas… aunque usted no lo vea.