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Factura, transacción 100% electrónica

Regina Esquer - VITAL Sistemas




Con la entrada en vigor del CFDI versión 3.3 y la obligatoriedad del Recibo Electrónico de Pago (REP) el SAT logró su objetivo de convertir la facturación en México en una transacción 100% electrónica. Desde la introducción del CFD en el 2004, el SAT deseaba revolucionar la facturación en México para eliminar por completo los documentos en papel y poder eficientizar la recaudación de impuestos. La transformación de llevar la facturación en México de papel a digital tardó 15 años y se pueden identificar cuatro etapas: 

  1. Entrada en vigor del CFD en 2005, en donde se introdujo la factura en formato XML, así como la generación del Sello Digital para evitar que el documento fuera alterado. 
  2. Entrada en vigor del CFDI en 2011 en dónde las facturas se validan, se le aplica un sello digital y son entregadas en tiempo real al SAT a través de un tercero. Esto fue posible gracias a la introducción de Proveedores Autorizados de Certificación (inicialmente PAC, ahora PCCFDI), quienes fungen como intermediarios entre el contribuyente y el SAT.
  3. Entrada en vigor de la versión 3.3 del CFDI en 2017 en donde se introdujeron validaciones adicionales, incluyendo la validación del RFC del receptor, así como manejo de catálogos para ciertos campos del CFDI. Esto ayudó a mejorar considerablemente la calidad de la información disminuyendo en gran medida el margen de error y facilitando al SAT cruzar información para tener mayor visibilidad de las transacciones de los contribuyentes.
  4. La obligatoriedad del uso del REP en septiembre del 2018 terminó con esta transformación, ya que el SAT ahora tiene información en tiempo real sobre la fecha del pago de las facturas emitidas.

Cuando se habla de una transacción electrónica se trata de cualquier actividad que involucra la transferencia de información digital para algún propósito en específico. En el caso del modelo de facturación en México, el CFDI es un documento que comprueba la realización de una transacción económica entre dos contribuyentes de forma digital. A grandes rasgos, un CFDI es un documento digital basado en el estándar XML al cual se le aplica un sello digital con el Certificado de Sello Digital (CSD) del emisor, para evitar que el documento sea alterado. El documento es enviado a un PCCFDI para que lo valide y le agregue un timbre fiscal digital el cual va sellado con un CSD del SAT. El documento ya timbrado, se le entrega al emisor, para que éste se lo envíe al receptor junto con su representación impresa en formato PDF vía correo electrónico. Paralelamente, el documento es enviado por el PCCFDI al SAT quien se encarga de resguardar de forma segura los documentos históricos de todos los contribuyentes. Con este proceso se ha eliminado por completo las impresiones y el manejo de papel, ya que este modelo permite manejar la comunicación y administración de las partes electrónicamente.

Como resultado de esto, el SAT conoce en tiempo real las transacciones económicas de todos los contribuyentes y le permite pre llenar las declaraciones y llevar cabo una recaudación de impuestos efectiva y correcta, evitando en gran medida la evasión fiscal y ahorrando tiempo para todas las partes involucradas.