A lo largo de la historia, los gobiernos han hecho de terceros sus aliados estratégicos para dar más opciones y canales de atención a los contribuyentes. El ejemplo claro de esto es cuando se tenía a los impresores autorizados a cargo de proveer de folios preimpresos de facturas en blanco a las empresas y estos se encargaban de reportar a la autoridad series y folios que habían sido entregados a cada contribuyente.
Con la evolución en las tecnologías de información, las posibilidades de facilitar los trámites y el cumplimento fiscal en línea aumentaron exponencialmente por lo que varios gobiernos comenzaron a impulsar iniciativas que les permitieran ser más eficientes en sus estrategias de recaudación, asegurando que el contribuyente tuviera ciertas garantías para lograr el cumplimento.